A Pobra es fundamental para conocer el universo que inspiró buena parte de la obra de Valle-Inclán. Para internarse en esta ruta quizás lo idóneo sea empezarla con una visita a la Torre de Bermúdez, que acoge el Museo Valle-Inclán, para después hacer un recorrido callejero con determinados destinos muy específicos y reveladores. O Colo de Arca, una casa que conoció la infancia del escritor y que perteneció a antepasados suyos por línea materna; la Farmacia do Tato, en la que asistía a célebres tertulias vespertinas; Villa Eugenia, cuna de obras como Luces de Bohemia o Tirano Banderas; el Pazo da Mercé, en el que también residió la familia algunos años y del que se conserva la fachada principal y su capilla, o la Torre de Xunqueiras, monumento histórico-artístico de carácter nacional recreado en las aventuras de su celebrado personaje el marqués de Bradomín, son algunas de las estaciones ineludibles de esta ruta. Imprescindible acabar el paseo en A Curota, el Mirador de Valle-Inclán, escenario icónico de las excursiones del escritor por la Serra do Barbanza.